Las 20 Habilidades Directivas Que Todo Líder Debe Tener

Cuando me planteé comenzar con este emprendimiento que es Mentor de CEOs, y en ayudar a ejecutivos y emprendedores a alcanzar resultados superiores y mejorar sus ingresos, una de las preguntas principales que me surgieron es cuales son las habilidades directivas que debe tener un conductor de equipos, sea CEO, Director o Gerente, para alcanzar altos niveles de rendimiento.

Me senté con papel y lápiz (o con Tablet y lápiz electrónico, a lo que estoy cada vez mas acostumbrado) para delinear cuales son esas habilidades. Aquellas que te acercan a los resultados superiores. Quería encontrar MI voz, mi enfoque acerca de cuales fueron las actividades que me llevaron a MI a alcanzar buenos resultados.

Cuales fueron las habilidades directivas que durante mi carrera me llevaron a conducir marcas importantes a nivel nacional? Cuales fueron las cosas que me permitieron generar grandes crecimientos en los resultados de mi operación? Y mejor aun, cuales fueron las cosas que me permitieron obtener mejores resultados a la vez que conseguía mayor libertad mental y menor carga personal.

Encontrarán aquí en primera persona, cuales fueron las 20 habilidades directivas principales que, a mi entender, me llevaron como líder a obtener buenos resultados con mi trabajo. Algunas son más de carácter profesional, otras mas de tipo personal. Pero si estas 20 cosas les parecen mucho, no dejen de leer el artículo en su totalidad, porque al final tengo buenas noticias para Uds.

Desarrollar una visión

Esta habilidad va a la cabeza de todas. Por que? Porque es la que alinea el resto de las actividades. No se pude liderar un equipo si no hay una idea de hacia donde lo vamos a llevar. No podemos planificar si no sabemos que queremos alcanzar.

La visión es necesaria por donde se la mire, y tiene dos objetivos clave: direccionar y alinear las actividades, y distanciarse en el tiempo del momento actual, separarse de lo que ES hoy  para pensar en como queremos que SEA de aquí a un tiempo.

Surge entonces la pregunta de quien debe desarrollar esa visión. Mucha gente interpreta que la visión debe desarrollarse a alto nivel y los demás deben ejecutarla. Esto es cierto solo en forma parcial.

Si bien existe una visión de alto nivel, cada directivo, sea del nivel que sea, debe tener su propia visión de hacia donde lleva su división, su departamento, su grupo. Dicha visión debe estar alineada con la visión general, pero no duden que estés en el nivel en el que estés, desarrollar tu visión acerca de donde quieres que esté posicionado tu negocio en unos años hará SIEMPRE que obtengas mejores resultados.

Capacidad Analítica

Con esto me refiero a poder analizar y entender como es la realidad actual, poder llegar a comprender las CAUSAS RAIZ de los problemas, y vislumbrar las relaciones entre los distintos factores y como afectan los resultados.

Para esto, son necesarias dos cosas muy importantes: primero, el conocimiento técnico que permite entender las relaciones causa efecto de los problemas en cuestión. Pero por otro, un aspecto mas subjetivo, que tiene que ver con el reconocimiento de la realidad. Muchas veces observamos lo que pasa a través del filtro de nuestros propios paradigmas, que nos impiden ver las cosas como realmente son.

En la medida que un líder pueda apreciar los acontecimientos de una forma objetiva, mejor será su capacidad de análisis. Esto aplica tanto hacia afuera como hacia adentro. En efecto, es importante que la capacidad analítica del líder pueda aplicarse también hacia adentro para poder autoanalizar sus propias acciones, motivaciones y objetivos y de esa forma poder ajustar sus comportamientos.

Planeamiento

Ya tenemos una visión, y una capacidad analítica para poder determinar donde estamos, las causas, y los factores que influyen en nuestros resultados. Ahora tenemos que poder planificar como vamos a llegar desde donde estamos a esa situación deseada en nuestra visión.

Justamente esta capacidad es otra de las que identifico como habilidades directivas importantes para el desarrollo: poder identificar nuestro punto de partida, el punto al que queremos llegar, y cuales podrían ser los puntos intermedios o puntos de control para saber que vamos en la dirección correcta.

Planificar bien es identificar lo que vamos a hacer, pero también poder identificar lo que NO vamos a hacer. He tenido que trabajar en desarrollar planes kilométricos, imposibles de cumplir por donde los mirara. Que sentido tiene desarrollar un plan si casi desde el inicio sabemos que es imposible de cumplir?

Parte de la maestría de un buen desarrollador de planes esta ahí: en planificar actividades que sean desafiantes para su estructura, que vean el beneficio que implicará la realización del plan, a la vez que es a la vez realizable, de forma tal de no generar una desmotivación de quienes deban realizarlo desde el minuto cero.

Para poder hacer un buen plan, además de los primeros dos puntos mencionados, vamos a necesitar de las próximas dos capacidades.

Creatividad

Poder desarrollar una visión y un plan de acción requiere poder visualizar cosas que no están ahí. Poder imaginar procesos, actividades, recursos con los que hoy quizás no contamos para alcanzar un estadío superior de nuestros negocios. Para todo eso, es importante contar con buenos niveles de creatividad.

Lo bueno de esto es que no toda la creatividad tiene que caer en los zapatos del líder. Un buen líder sabe leer las tendencias del entorno, hacer benchmark de otros jugadores u otros rubros para encontrar innovaciones que pueda aplicar en su operación, y explotar la creatividad de su grupo, escuchándolo y ordenando sus ideas para lograr un entorno creativo que potencie los resultados.

La innovación es una de las habilidades clave para el crecimiento. Si no innovamos, nos estancamos y lo que es peor, en entornos dinámicos como los acales, tendemos a desaparecer. Estar propensos a ejercitar la creatividad en los negocios es una de las habilidades directivas clave de cualquier ejecutivo de elite.

Presupuestación

Aqui voy a tener un punto de conflicto con mucha gente, que ve esto como una actividad puramente administrativa.

A mi entender, Presupuestar es también uno de los recursos del botiquín de todo buen líder. Cuando planificamos, debemos preveer los resultados que vamos a generar y los recursos que vamos a necesitar para lograrlos. Por lo tanto, una buena presupuestación es parte de un buen proceso de planificación.

Cuando planificamos nuestros resultados, realizamos un modelo analítico para las ventas. Cuales serán los factores o las causas sobre las que influiremos para llevar a los resultados buscados? Bajo que premisas? Debemos aprender de cada iteración para ser cada vez mas precisos.

Cuando presupuestamos los recursos que necesitaremos, realizamos una confirmación de la validez de nuestro plan. Los recursos que vamos a usar deben ser acordes a los resultados que vamos a obtener. De nada sirve que gastemos mil millones de dólares si vamos a generar solo cien. Pero si lo que presupuestamos en nuestro plan de gastos hace sentido con los resultados, al presupuestarlo estamos dando el primer paso para realizar la acción. Estamos reservando los recursos necesarios para hacerla.

Además de ayudarnos a contar con los recursos que necesitaremos para cumplir nuestros planes, una buena presupuestación nos ayuda a generar confiabilidad. En efecto, en que directivo confiarían Uds. mas? En aquel que cada vez que dice que va a generar ciertos resultados con cientos recursos cumple sus números? O aquel que siempre está lejos de lo planificado?

Dicho todo esto, vemos que todo directivo debe ser capaz de confeccionar, compilar, analizar criticamente y retocar, si es necesario, un presupuesto.

Enfoque

Cuando pensamos en todas las cosas que se podrían hacer en cualquier actividad, son muchas, muchísimas. El problema es entonces encontrar las que son mas efectivas y enfocar los recursos en ellas para generar los mejores resultados.

Parece un tema menor, pero es una de las cosas mas importantes a las que debe dedicarse un líder. Considero que, a lo largo de mi carrera, es una de las cosas que mas me ayudó a tener resultados superiores. Cada vez que tomé una nueva actividad, me dediqué inicialmente a analizar la situación y hacer un análisis de Pareto para ver en qué cosas debía enfocarme para tener los mayores resultados. Y esto me dio siempre buenos frutos.

Cuando hablamos de enfoque, podemos dividirlo en dos etapas:

La primera es seleccionar donde poner el foco entre todas las actividades y alternativas disponibles. Que productos nos traerán mayores ventas, que canales generaran mayor impacto en la satisfacción de los clientes, que productos o rutas generaran mayores costos de distribución, etc. Una vez identificadas las actividades de mayor impacto, concentraremos nuestros esfuerzos en ellas para maximizar los resultados.

La segunda seria mantener el enfoque en lo que seleccionamos a través del tiempo. En la vida actual, la sobrecarga de información y estímulos es constante. A cada momento invaden nuestra atención lo que en inglés llaman “shining objects”, objetos brillantes que llaman nuestra atención y nos desvían del camino. Los directivos de mayor rendimiento consiguen mantener su enfoque a través del tiempo, evitando estas distracciones.

Ser Ejecutivo

Dentro de las habilidades directivas principales que debe tener un buen líder se encuentra, sin duda alguna, ser ejecutivo. Por esto nos referimos específicamente a estar orientado a la acción.

Muchas veces los mejores planes se ven echados por tierra por una orientación que muchas veces tenemos, la tendencia a procastinar. A dejar las cosas para mas adelante. Los buenos lideres son conscientes de esto, y apuntan a que las cosas se hagan sin demoras.

Esto no quiere decir que se lanzan ciegamente a la accion sin sopesar las consecuencias. Los buenos directivos calculan los riesgos de las acciones que deben tomar, y avanzan con coraje en sus convicciones.

Cuando comencé mi carrera gerencial, mi jefe, un inglés enorme, con una mirada penetrante que te se te metía en el alma, tenía una frase para empujarte cada vez que veía que estabas dejando pasar el tiempo sin hacer las cosas: “put a stake in the ground”. La traducción literal seria “poner una estaca en el piso”, pero lo que quiere decir realmente es… dar el primer paso.

Muchas veces las dimensiones de lo que tenemos por delante llegan a asustarnos. Nos cuesta dimensionar todo lo que tenemos por delante para llegar a concluir una actividad. Pero lo que tenemos que tener claro es que toda gran odisea comienza dando el primer paso.

Podemos no ver el final de la escalera, pero si podemos ver el próximo peldaño que nos acerca a la meta.

Los grandes lideres comprenden que así, paso a paso, peldaño a peldaño, se logran los grandes objetivos. Por eso, se orientan a la acción y una vez definido el curso de acción, avanzan en la dirección establecida sin demasiado preámbulo, sin dudar.  

Orientado a la mejora continua

Para ser un gran líder, otra habilidad directiva clave es la orientación a la mejora continua. Buscar obtener cada vez mejores resultados, detectar las cosas que salieron mal en los procesos y analizar como corregirlas a través de medidas correctivas es parte de su pensamiento natural.

Los grandes conductores entienden que los negocios suelen ser juegos de largo plazo. Esto implica que podemos “perder” algunas veces, siempre que esto sirva para aprender de nuestros propios errores y lograr que seamos mejores jugadores en las sucesivas rondas.

Una conocida frase de Peter Drucker nos dice que “lo que no se mide, no se controla. Y lo que no se controla, no se puede mejorar”. Por ello, los buenos conductores desarrollan indicadores (KPI) para medir los resultados de sus operaciones, gestionan sistemas de control para evaluar que tan cerca están sus operaciones de generar los resultados esperados, y aplican procesos de calidad tales como PDCA para generar ciclos virtuosos que mejoren las operaciones,.

Negociador

Para alcanzar una posición conductiva en cualquier organización, es imprescindible ser un buen negociador. Los lideres pueden ser mas o menos agresivos y tomar distintos tipos de posiciones, pero siempre, siempre, son buenos negociando.

Ser buen negociador implica muchas cosas: conocer los distintos estilos de negociación para saber cual es nuestro estilo y reconocer el de aquellos con los que estamos negociando, entender la naturaleza del conflicto que genera la negociación, poder hacer una lectura de la situación para ver cual es la postura que mas nos conviene aplicar, entender nuestras motivaciones y las de aquellos con los que negociamos, si la negociación es por única vez o continua…

Negociar tiene un poco de arte y un poco de ciencia. Hay gente que se siente a sus anchas negociando y gente que se estresa con cada negociación que debe atravesar. Los buenos directivos desarrollan un temple especial para negociar, y siendo que estén mas o menos a gusto en la negociación, la enfrentan con conocimiento de los resultados que quieren obtener de la misma y buscando la mejor culminación.

Liderazgo

Es importante que todo buen directivo desarrolle sus habilidades de liderazgo para lograr que sus equipos lleven a cabo su visión de manera efectiva posible.

Todos tenemos un estilo de liderazgo que desarrollamos más naturalmente. Pero conocer los distintos estilos, identificarlos y poder aplicar técnicas tales como el Liderazgo Situacional, vinculadas con la composición de nuestros equipos y el momento en el que se encuentran, nos hace mejores líderes y por lo general, alcanzar mejores resultados a largo plazo.

Un buen líder sabe como tratar a cada una de las personas que componen su equipo, trabaja para alcanzar dinámicas grupales superiores, y lo capacita para afrontar nuevos desafíos. Sabe que en la medida que su equipo responda bien, alcanzará mejor sus resultados con menores niveles de stress, que es a lo que todos queremos llegar.

Armador de equipos

Otra de las habilidades que debe tener un buen lider es la de ser un buen armador de equipos.

Mi infancia fue en los 70´s, y una de mis series favoritas de esa época era S.W.A.T., quizás algunos de ustedes la recuerden o hayan visto la versión mas moderna. En ella, el teniente Harrelson y su grupo policial de elite eran llamados para solucionar situaciones de alta complejidad. El escuadrón llegaba en su van azul, Harrelson daba algunos comandos y cada uno de los integrantes del grupo sabia lo que tenia que hacer. Donde colocarse, como actuar, que ordenes esperar.

Eso es para mi un grupo de alto rendimiento: un grupo preparado para las situaciones que deberá afrontar, donde cada uno sabe el rol que juega, y la importancia que tiene su papel dentro del trabajo colectivo.

El rol del lider del grupo es clave en todo esto: es quien debe (si puede) seleccionar a la gente con quien trabajar, ubicarla en las posiciones en las que obtendrán mejores resultados, detectar sus necesidades y capacitarla para los retos.

Los directivos de alto rendimiento son también buenos en esto: armar buenos equipos y sacar lo mejor de ellos. Un aspecto que facilita las cosas para estos líderes: los buenos directivos atraen también a los buenos empleados, que quieren trabajar con ellos para aprender y crecer, y por el clima de trabajo positivo que generan.

Delegación

Por bueno que sea haciendo lo que hace, un buen directivo sabe que no puede estar en todos lados. Es más, si leemos la visión de Mentor de CEOs, nos habla de no perder el control de la propia vida. Y para hacer eso, hay que desprenderse del “Complejo de Dios” que nos lleva a querer estar en todas partes y aprender a delegar.

A priori, hablar de delegación parece fácil. Quien no ha estado en posiciones de conducción piensa que es simplemente hacer que otras personas hagan parte de su trabajo, y que eso le saca trabajo a él mismo. Que mas fácil que eso, verdad? Error.

Delegar no es fácil. Porque un buen directivo sabe que aunque delegue tareas, la responsabilidad por los resultados es indelegable. Por lo tanto, es y se siente responsable por lo bueno y por lo malo que produce su grupo.

Requiere, entonces, preparar a la gente para las actividades que vas a delegarle, motivarla, confiar en ella, establecer los procesos de control para detectar cuando las cosas no están saliendo bien, y de  retroalimentación para corregir las fallas o fortalecer la confianza de los subordinados en que están haciendo las cosas bien.

Es un proceso arduo, pero cuando se realiza bien, los resultados son impresionantes, ya que el directivo multiplica el impacto que genera a través de su equipo.   

Comunicador

Un directivo de alto rendimiento tiene también la habilidad de ser un excelente comunicador. Maneja los tiempos de la comunicación. Sabe que, a quien, cuando y como comunicar las cosas.

Es importante que el líder tenga en claro que la comunicación es una herramienta que tiene en su mano, y que tiene que aprender a dominarla y tener control sobre ella. Las comunicaciones no deben ser libradas al azar, o a que terceros comuniquen de forma desordenada los mensajes que él mismo debería estar dando.

Un buen directivo tiene definidos los mensajes clave que quiere mandar a sus equipos, sus clientes y al mundo. Aprovecha las oportunidades de comunicación para “vender” sus ideas, sus productos y sus proyectos.

Tiene la suficiente empatía como para, cuando comunica cosas buenas, lograr la atención de su público centrándose en los beneficios que encontrará su audiencia en lo que esta comunicando. Y cuando comunica cosas malas, detectar cuáles serán las dudas y preocupaciones que se generarán en la audiencia y tratar de ir respondiéndolas durante su comunicación.

El buen lider maneja bien todos los niveles de comunicación: oral, escrita, en exposiciones y presentaciones, en notas periodísticas… Es sabido que la exposición pública es una de las cosas que mas miedo nos da a las personas, pero los lideres de alto rendimiento pueden manejar estas instancias con naturalidad, muchas veces nutriéndose de esa adrenalina.

Orientado al cliente

Los buenos conductores piensan siempre en el cliente, sea este el cliente final, o el cliente interno que recibirá el producto de sus procesos.

Para ello, trata de definir claramente su cliente y clarificar cuales son sus necesidades. Presta atención al detalle, y tiene una verdadera pasión por entenderlo y orientar sus procesos para brindarle la mayor satisfacción.

La orientación al cliente del lider se trasluce a sus empleados. Así, las organizaciones con lideres orientados a sus clientes tienen actitudes, procesos y hasta un lenguaje distinto para referirse a sus clientes. Aquellas organizaciones en las que los lideres tienen poca orientación al cliente terminan no teniéndola, mientras que aquellas en las que los lideres se preocupan por el bienestar y la satisfacción del cliente se orientan a cuidarlos.

Estas organizaciones desarrollan ideas y productos que se adelantan a las expectativas de los clientes, porque han generado empatía con los mismos y aprendido a pensar como ellos.

Para  sobrevivir en entornos competitivos, los líderes deben entonces estar orientados hacia el cliente.

Manejo eficiente del tiempo

Ya lo mencioné durante el artículo, pero es un tema que merece ser comentado nuevamente: la vida actual nos llena de distracciones a cada momento. Sea en forma de e-mails que arriban en forma constante a nuestra bandeja, reuniones por temas variados que aparecen durante el día, llamadas telefónicas o las alertas que aparecen permanentemente en nuestros teléfonos. El bombardeo de estímulos es constante.

Recuerdo que en algún momento conté la cantidad de e-mails que me llegaban diariamente, y superaban los 200. 200! Eso significa que en unas 10 horas de trabajo diarios, eran 20 por hora. Uno cada 3 minutos. Difícil poner foco en cualquier actividad si uno se distrae cada 3 minutos, verdad?

Y no solo esto: cada vez que nos distraemos, debemos volver a reconectarnos con lo que estábamos haciendo. Y esto también nos lleva tiempo. Algunos estudios dicen que se pierden entre 4 y 6 horas de trabajo diarias en este tipo de distracciones.

Una de las habilidades directivas claves es, entonces, aprender a filtrar todo este bombardeo, a concentrarlo en ciertas partes del día, a trabajar en “batches” o lotes para ser mas eficiente., a decir que no a las cosas que no resultan tan importantes para sus objetivos., a eliminar distracciones y a delegar, como hablamos anteriormente.

Existen muchas prácticas que nos permiten mejorar nuestra productividad personal, veremos algunas de ellas en artículos futuros.

Sentido Común

Como se dice muchas veces, el sentido común es el menos común de los sentidos. Pero es clave para que un conductor obtenga buenos resultados.

Hace varios años, durante una fiesta de fin de año de Ford Argentina, concurrió a dar una charla Carlos Bianchi, el famoso ex director técnico de Boca Juniors. Bianchi venía de salir campeón con su equipo en múltiples oportunidades. Pese a ser de “la contra”, escuché con mucha atención su interesante charla.

En un momento, Bianchi mencionó que la gente muchas veces le pregunto como había hecho para transformar un equipo de Boca que venía mal con los técnicos anteriores en un equipo que ganó todo. La respuesta de Bianchi fue clarísima:

“Como transformé el equipo de Boca en un equipo ganador? Muy fácil. Puse la heladera en la cocina, la cama en el dormitorio, y la ducha en el baño”

CARLOS BIANCHI

Sentido común puro y simple. Muchas veces se quieren implementar complejas estratégias, y nos olvidamos de las fallas visibles que saltan a la vista. Preguntarnos “como debería ser esto?” y buscar las respuestas mas sencillas muchas veces ayuda a clarificar las cosas.

Lo que es claro es que sin sentido común, un directivo no puede llegar muy lejos.

Perseverancia

Las mejores ideas y planes tienen muchas veces un proceso de maduración. A veces los resultados no son tan evidentes ni rápidos como deseamos. Y ahí es donde juega la perseverancia de los grandes conductores.

Los buenos directivos creen en el camino que trazaron, y si bien son capaces de ajustarlo a través de procesos de mejora contínua, son perseverantes en su objetivo general. Mantienen su foco, y aun ante las adversidades, son los encargados de mantener la proa del barco encaminada hacia su visión.

Hay incontables casos de empresas que no salieron adelante al primer intento. Es conocida la historia de Thomas Edison, que probó mil filamentos distintos antes de encontrar el que sería el filamento interno de su bombilla eléctrica. Sin la tenacidad de Edison, otra hubiera sido la historia.

Si quien conduce los caminos de un grupo no persevera en llegar al objetivo, rara vez el grupo lo hará. Por lo tanto, el líder es responsable de mantener la moral y la perseverancia del grupo en pos de un objetivo, aun en los momentos es que las cosas no salen bien.

Integridad y Etica

Por integridad entiendo aquí el “hacer lo que se dice”. En las empresas norteamericanas definen muchas veces esto como “Walk the Talk”, transitar lo que decimos.

Quien conduce un grupo debe ser conciente que se educa con el ejemplo, y que sus empleados están siempre observándolo. Siempre. Por lo tanto, no puede darse el lujo de decir una cosa y hacer otra.

Cuando el lider de un grupo no hace lo que predica, esto genera una disonancia consciente o inconsciente en su grupo. Este ¨ruido¨ hace que las futuras indicaciones de ese directivo no tengan la fuerza que deberían, simplemente porque el empleado no sabe que hacer. Lo que dice el lider, o lo que hace el lider?

Esto vale para las empresas, pero también vale para la educación de nuestros hijos y para la vida en si misma. Ser lideres íntegros nos dignifica a los ojos de los demás, y facilita nuestra tarea en el largo plazo.

Por otra parte, si algo me enseñaron mis años de empresa, es que ser ético paga. Como mencioné en puntos anteriores, los empleados están siempre observando las actitudes de los que los conducen, y muchas veces, son reflejo de lo que ven.

La sociedad esta también cada vez mas atenta al comportamiento de les empresas, y de sus lideres. Nuestra imagen como lideres debe ser intachable. Las conexiones hacen que este mundo en que vivimos sea cada vez más pequeño. La falta de ética es muy difícil de ocultar, y muy difícil de limpiar.

Manejarnos bajo principios éticos marcará un camino para nuestros empleados, nos elevará dentro de la sociedad, a la vez que nos permitirá vivir y dormir mas tranquilos. Eso es a lo que apuntamos dentro de Mentor de CEOs.

Adaptación al cambio

Si hay algo de lo que podemos estar seguros, es de que lo unico que permanece es el cambio. Cambios en el entorno competitivo, en la empresa, en la gente, en las condiciones de negocios…

Otra de las habilidades directivas clave es entonces percibir estos cambios en sus primeros momentos, y poseer la capacidad de adaptación y la resiliencia para afrontarlos, y para conducir a sus equipos a traves de los mismos. Muchas veces esto no es nada facil, porque los cambios que afectan al equipo tambien pueden afectarlo a el. Por lo tanto, el directivo debe mantener su linea de conducta aun en ese tiempo dificil y ayudar a que los demas puedan superar estos momentos de cambio de la mejor manera posible.

Pero llevamos esto un paso mas alla: los grandes directivos tienen la capacidad de ser ellos mismos agentes de cambio, aquellos que impulsan a sus organizaciones a los cambios necesarios para seguir creciendo y mantenerse vigentes.

Capacitación Permanente

Como ultimo punto, menciono el tema de la capacitación constante. Los grandes lideres tienen incorporado en su ADN la importancia de la capacitación, tanto para ellos mismos, como para sus empleados.

Uno de mis entrenadores tenía una frase que es muy ilustrativa acerca de la capacitación. Ante la preocupación acerca de los costos de los programas de capacitación, el respondía “si le preocupan los costos de capacitación, vea cuanto le cuesta no tenerla”

Y esto es cierto. La falta de entrenamiento hace que las personas y las organizaciones se oxiden. Nuestras mentes son cuchillos que debemos mantener siempre afilados. Puede ser con capacitaciones formales en instituciones educativas, cursos presenciales u online, talleres, participación en grupos o lectura de libros. Los grandes líderes se preocupan por mantenerse siempre bien preparados.

Las Buenas Noticias

Espero que hayan llegado hasta aquí con energías, y no se hayan atemorizado con todas las habilidades directivas que deben tener los buenos líderes. Son muchas, muchas de ellas no son fáciles, y en muchos casos, son cosas que no nos enseñaron en nuestra educación formal.

Muchas de ellas son rasgos que parecen ser inherentes a la persona. Como hago para tener un cierto rasgo personal si no nací con el?

Hay dos buenas noticias para Uds.:

La primera es que nadie es perfecto en todo. Si evaluamos a cualquier directivo que conozcan, probablemente haya cosas en las que tenga mejores capacidades y en otras pueda ser un poco mas flojo. Lo importante es que tenga un buen balance y esté bien posicionado en la mayoría de estas características.

Por otro lado, lo otra buena noticia es que muchas de estas características pueden adquirirse, trabajarse, desarrollarse y mejorarse. Nadie nace sabiendo todo, siendo bueno en todo. Aun los mejores en lo que hacen (me vienen a la mente Federer y Nadal) se preparan continuamente, entrenan diariamente para estar en gran nivel.

Estas habilidades directivas pueden adquirirse, trabajarse, desarrollarse y mejorarse.

De la misma forma, los profesionales de la empresa entrenan a través de cursos, grupos de interés y lecturas que los ayudan a incorporar nuevos conocimientos que aplicarán luego en sus actividades.

Es mas, así como estos tremendos profesionales del mundo del deporte tienen coachs, con los que se preparan en forma personalizada, los directivos, gerentes y empresarios tienen mentores. Estos mentores los ayudan a incorporar distintas perspectivas para analizar el entorno, detectar sus propias fortalezas y debilidades y como fortalecerlas, y a encarar problemas organizativos y técnicos a través de su experiencia y sus conocimientos.  

Asi que como ven, no es un camino facil, pero siempre puede mejorarse. A lo largo de nuestros artículos en Mentor de CEOs trataremos de brindarles herramientas para ser cada vez mejores líderes. A la vez, los ayudaremos a encontrar el mejor material, sea a través de lecturas, cursos o mentorias, para que potencien su rendimiento sin dejar la vida en el intento.

Creo fervientemente que podemos y tenemos la obligación moral de ser mejores lideres cada día, a la vez que mantenemos un balance y un control sobre nuestras vidas.

Es el camino que siempre elegi, y continuaré eligiendo y remarcando para todos Uds.